La violencia contra las mujeres en el ambiente laboral visibiliza a cuatro grupos que son: La empresa, los agresores, las mujeres agredidas y los testigas(os) o espectadores.
Los testigos y testigas de la violencia contra las mujeres en el trabajo juegan un papel muy importante a la hora de detener o permitir la agresión. Una actitud de indiferencia frente a la situación hace sentir más vulnerable a la víctima y fortalece la actitud de violencia del agresor.
En el caso de las mujeres agredidas en su posición de vulnerabilidad es compleja la decisión de emprender una acción en contra del agresor. De ahí la importancia de que las organizaciones instruyan directrices que permitan reconocer y corregir el maltrato contra las mujeres, esta actitud empresarial es un apoyo fundamental para que las víctimas sientan protección y por ende facilita la decisión de ellas para denunciar.
Por esta razón, todas las políticas empresariales tendientes a la tolerancia cero frente a la violencia contra las mujeres son importantes para encaminar de manera adecuada el tratamiento de estos casos en el ambiente laboral.
En conjunto los integrantes de una organización deben ser capaces de desarrollar acciones que erradiquen este problema, desde la alta dirección, todas las personas que trabajan en empresa, las mujeres agredidas y hasta los mismos agresores pueden ser participantes proactivos y crear un ambiente de trabajo seguro.
Cada uno de estos grupos vencen la violencia contra las mujeres desde su posición en la empresa, así:
– Es pertinente no cooperar en conversaciones obscenas que incomoden a las mujeres.
– No hacer comentarios ni burlas que apoyen actitudes del agresor cuando pretenda ofender, denigrar o humillar a la mujer.
– Rechazar la idea de divulgar y compartir material pornográfico en el área de trabajo.
La conducta que debe adoptar el agresor con el propósito de resarcir los hechos de violencia es:
–Solicitar ayuda psicológica que le permita modificar su comportamiento.
–No insultar a las mujeres, ni amenazar constantemente con echarlas del trabajo.
–Eliminar la asignación de sobrecarga laboral.
– Permitir que las mujeres ejerzan todas sus responsabilidades sin limitarle el acceso a la información.
– Abstenerse de difamar y hace comentarios que denigren al género femenino.
– Reconocer los logros de las mujeres en la empresa sin minimizar sus capacidades por su género.
–Rehusarse a formar grupos para fomentar el acoso y violencia contra de las mujeres.